El acceso a una vivienda propia es toda una odisea en nuestro país, especialmente para los más jóvenes. Si bien estábamos acostumbrados en generaciones anteriores a tener una casa en posesión desde bien temprano (algo poco común en el resto de Europa), cada vez se antoja más complicado.
Ante la dificultad de hipotecarse, la otra opción para lograr la emancipación es el alquiler. Pero, si te interesa, existe una figura que aúna ambos conceptos: el contrato de alquiler con opción a compra. Ponte en contacto con nosotros si quieres saber más sobre este acuerdo entre arrendatario y arrendador.
Qué es un contrato de alquiler con opción a compra
Cuando no tenemos la liquidez suficiente para afrontar la adquisición de una vivienda, podemos acogernos a este contrato de alquiler con opción a compra. El elemento principal de este acuerdo es que los pagos de alquiler servirán para ir la cantidad del importe final de la casa.
A través de esta fórmula, siempre que se haya firmado previamente, el inquilino podrá habitar la vivienda en un régimen habitual de alquiler. Se establecerá un tiempo concreto en el que se vivirá bajo este estado y, una vez finalizado, tendrá derecho a comprar el inmueble.
Los contratos de alquiler con opción a compra no tienen un marco de regulación específica, ya que en realidad se trata de un contrato de alquiler unido a uno de compraventa. Sí aparecen algunas menciones en el Código Civil, en el artículo 14 del Reglamento Hipotecario y en la Ley de Arrendamientos Urbanos.
La clave está en detallar todo lo posible el contrato de alquiler con opción a compra. Por ejemplo, deberemos fijar de antemano el precio estipulado para la vivienda, sin opción a reclamar por ninguna de las partes. También, como ya hemos dicho, se recogerá el tiempo que se seguirá el régimen de alquiler, así como el porcentaje de las cuotas que se reducirán del coste total.
En cuanto se firme, el comprador podrá decidir hacer efectivo su derecho, y el vendedor no podrá negarse. Para facilitar esto, habitualmente se establece una prima (a pagar por el comprador) para tener este derecho, que se descontará del importe total si se realiza el trámite y se perderá si no se hace.
Ventajas e inconvenientes
Por parte del propietario original y vendedor, la principal ventaja es que, además de las mensualidades del alquiler, se asegura una prima importante se venda o no la casa. Es una manera de pre-asegurar la venta del inmueble, además de acogerse a los beneficios fiscales que supone el alquiler de la vivienda.
Como inconvenientes, podemos ver que si quería deshacerse de la casa rápidamente y utilizar ese dinero para otro fin, no será posible con este contrato de alquiler con opción a compra. Tampoco podrá vender el inmueble a otro ofertante durante el tiempo del acuerdo, aunque aporte una cantidad superior. De igual manera, no podrá modificar el precio si se revaloriza la zona o sube el precio de las viviendas.
En el lado contrario encontramos al inquilino y futuro comprador, que también disfrutará de algunas ventajas. Podrá vivir en una casa que, si lo desea, será suya en el futuro, planificando su compra con antelación. Tiene el derecho a quedarse con ella en cualquier momento del alquiler, además de haber descontado una parte importante de sus pagos a lo largo de los meses.
En cuanto a inconvenientes, también hay algunos. Por ejemplo, la pérdida de la prima inicial si no puede realizar el trámite al final del contrato de alquiler con opción a compra. Tampoco podrá acogerse a una rebaja si el precio de la vivienda cae, ya que se firmó con anterioridad. Además, tendrá que tener clara la carga fiscal, sujeta al Impuesto de Transmisiones Patrimoniales, tanto por el alquiler como por la opción de compra.